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Tras cada estrofa se repite el siguiente estribillo: “Válgame nuestra Señora, / válgame el divino Verbo, / nuestra Señora nos valga, / válgame el divino Verbo”.
Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00030 16).
Bibliografía
DÍAZ GONZÁLEZ, J. y ALONSO PONGA, J. L. (2018). Autos de Navidad en León y Castilla. Producción digital: Fundación Joaquín Díaz.
Transcripción
En el portal de Belén,
¡qué prodigio y qué portento!,
parió la Virgen María
al hijo de Dios eterno.
Válgame nuestra Señora,
válgame el divino Verbo,
nuestra Señora nos valga,
válgame el divino Verbo.
Salva luz el sol divino
al mirar este misterio;
paz en la tierra a los hombres
que fueran de buen intento.
Avisados y guiados
de aquel paraninfo bello
y la milagrosa estrella
detuvo su movimiento.
Salen tres reyes gloriosos
con alegría y contento,
con deseos de encontrar
aquel tesoro descubierto.
Luego ensillan los caballos,
dromedarios y camellos
y ponen en caja rica
el oro, mirra e incienso.
Toman tan largos caminos
los peligros no temiendo
y con grandes compañías
de sus criados y siervos.
Y a Jerusalén caminan
preguntando y adquiriendo
por este nuevo rey nacido
que deseaban el verlo.
Llegó al punto el rey Herodes
y habló a los magos diciendo
disimulen su intención
y les mandó que al momento
vuelvan a darle noticia;
que también era su intento
el ofrecerle sus dones,
adorarlo y conocerlo.
Y la milagrosa estrella
detuvo su movimiento
en un portalito pobre
donde estaba el niño tierno.
La mula le acompañaba,
la vaca le apura el aliento
y el glorioso san José
le daba dos mil requiebros.