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Notas
Este tipo de composiciones son recitadas por los quintos durante las fiestas de san Antón Abad celebradas en San Cebrián de Campos (Palencia). Los recitadores, ataviados con un traje tradicional, declaman montados en una mula.
Agradecemos a Esther Alonso Martínez, de San Cebrián de Campos, el habernos proporcionado el audio de las cuartetas del año 1988.
Bibliografía
Algunas de estas recitaciones de quintos de San Cebrián de Campos aparecen recogidas en: Weber-Antón, María Victoria (2017). Un siglo de poesía pinchorrera. Cuartetas de quintos (1912-2012). Palencia: Institución Tello Téllez de Meneses.
Transcripción
Hoy, 17 de enero,
en esta mula mulilla
al pueblo entero saludo,
tocando las campanillas.
Y acto seguido les digo,
haciendo una pausa primero,
con Valerio en un café,
me voy a quitar el sombrero.
Mucha gente me pregunta
si estarán de huelga los peluqueros,
pero a mí lo que más me gusta
es tener largos los pelos.
Dejé la pala y el pico,
material poco elegante,
y ahora estoy a su servicio,
Ultramarinos Luis Ángel
Mis palabras son textuales
y las diré con salero
y que alguno me perdone
si desde aquí le arreglo el plumero.
A todos se os oye decir
que en sus años fueron quintos,
pero a la hora de compartir,
señores, hay que aflojarse el cinto.
Os preguntaréis por qué esta bobada,
sobre todos los que tenéis casa,
pero a la hora de dejarla,
a ninguno os da la gana.
Hay que destacar, señores,
la buena acción de Francisco,
que dejándonos la casa,
podemos estar los quintos.
Pero aquí no acaba todo
porque había que arreglarla,
trabajamos como locos
para poder habitarla.
Las quintas decían
que trabajaban mucho,
pero a la hora de la verdad,
poco se mancharon el buzo.
Al pueblo de San Cebrián
quinquilleros acudieron,
por no tener donde vivir,
en los pisos se metieron.
Un día por la mañana
algunos se preguntaban
que eran esas señoras
que a los timbres llamaban.
Primero pedían
algo de comer también,
pero todos los vecinos
cerraban la puerta con rapidez.
Se metían con la gente,
insultaban a los demás,
pero los que más lo pagaron
fueron los del Centro de San Cebrián.
Pero pasemos a lo caliente,
lo que casi está quemando,
el caso más cercano,
el agua está faltando.
Cuando empezaron la obra
la hicieron mal al principio
esto traería cola,
ya lo dijo Silicio.
¡Qué razón tenía este hombre!,
ahora nos está pasando,
las chapuzas de unos pocos
todos las estamos pagando.
Todas son averías,
fugas y cortes de agua
y aquí todo lo arreglamos
hablando mal de la fragua.
Molestando a los Herreros
estáis poniendo el pan caro,
allí todos mirando,
parece la oficina del paro.
Y hablando de otro tema,
como es el de los parados,
demos gracias al ayuntamiento
por haberlos contratado.
Los arroyos han limpiado,
tubos están poniendo,
pero el señor alcalde
no les deja ni un momento.
Tienes que revisar las obras,
ya que tienen contrato,
pero en todos los trabajos
se descansa un buen rato.
En este ayuntamiento
hay concejales y concejalitos,
el más famoso de todos
es nuestro amigo Alvarito.
Y eso lo digo
porque en las fiestas pasadas
nuestro querido concejal
nos quiso partir la cara.
Por si fuera poco,
uno nos quiso pegar
y el otro muy valiente
echarnos de este lugar.
Y pasando de esta gente,
hablaré de nuestras mozas,
que, aunque siempre es difícil
defenderlas, pocas cosas.
Con esto de la igualdad
y de los derechos humanos,
se ligan con todos
menos con los más cercanos.
A nosotros nos dejáis a un lado,
os ligáis con los extranjeros,
pero a la hora de llevaros
bien nos arrimáis el trasero.
Yo me quiero despedir,
ya está bien la bobada,
esto va cansando
y queda mucha jornada.
Nuestro deseo es sincero,
que esta fiesta lo disfrutéis
y cuando veáis el sombrero
buenos dineros nos deis.
¡Viva san Antón Abad!