Audio
Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante indica que lo aprendió cuando era pequeña.
Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00034 15).
Transcripción
Mes y medio de casado
lleva Casimiro Ortiz,
que se casó enamorado,
se halla de su nuevo estado,
completamente feliz.
Al salir de la oficina
con verdadera ilusión,
a su casa se camina
para almorzar en unión
de su adorada Paulina.
Y abre la puerta la esposa
y se queda absorto al ver
que está abatida y llorosa,
alguna terrible cosa
le ha pasado a su mujer.
—¿Qué te pasa? ¿Qué ha ocurrido?
¿Por qué te afliges así?—.
Le pregunta conmovido,
y ella responde:
—¡Ay de mí! La Paula se ha despedido.
—¡Ah! ¿La Paula?
¿Y por eso nada más
estás tan atribulada?
Déjala, después de eso, otra tendrás.
—Al fin y al cabo,
no era ningún genio culinario;
yo no lo siento, al contrario,
era tan zafia, tan fiera,
de un tipo tan ordinario.
Nos debemos alegrar
de su brusca despedida.
¡Ea, basta de llorar!
Yo como poco,
y por ahorrarte trabajo,
haz una sopa de ajo.
—Si es que no sé de cocina
absolutamente nada.
—Ea, sécate, vístete,
y vámonos a almorzar en un hotel.
Así lo hicieron, y el esposo
le sirvió un menú apetitoso,
y al terminar el festejo
del espléndido festín,
dice a su esposa: —Vamos, vidita.
—¿Dónde me llevas, monín?
—A casa de tu mamita.
—¿Que te vas a separar?
—Una corta temporada,
hasta que tu madre amada
te enseñe un poco a guisar;
no como gran cocinera
de primeros infinitos,
sino de un modo cualquiera,
que sepas hacer siquiera
sopas de ajo y huevos fritos.
Demasiado sé que es
tu educación esmerada,
pero hay casos, como ves,
en que se va una criada
y no sirve para nada
ni el piano ni el francés.