Tango de la Menegilda

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Notas

Se repite tres veces “aprende a sisar” y dos veces “tomando café”.

Se anota como habanera en las observaciones de campo.

Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00036 22).

Transcripción

Pobre chica 

la que tiene que servir, 

más valiera 

que se llegara a morir, 

 

porque si por la mañana 

no sabe brujulear, 

aunque cien años viva,

su paradero es el espital.

 

Cuando yo vine aquí,

lo primero que al pelo aprendí

fue a limpiar, a barrer, 

a fregar, a planchar y a coser.

 

Pero viendo que estas cosas 

no me hacían prosperar, 

consulté con mi conciencia,

y al punto me dijo: “Aprende a sisar”.

 

Yo no sé cómo fue,

que un domingo después de comer, 

yo no sé qué pasó,

que mi ama a la calle me echó.

 

Pero al darme el señorito

la cartilla y el parné,

 me decía por lo bajo:

 Te espero en Eslava tomando café. 

 

Después de este lance, 

serví a un boticario, 

serví a una señora 

que andaba muy mal.

 

Yo aquí soy el ama,

y aquí estoy al pelo,

pues sirvo a un abuelo 

que el pobre está lelo,

y punto final.