
Ildefonso siempre ha vivido en Garcíez. Sus primeros trabajos fueron guarnicionero y talabartero. Cuando desaparecieron las vetas y vino la maquinaria, se dedicó a la tapicería de muebles hasta que se jubiló. A la par se dedicaba a las labores agrícolas. Fue a la escuela desde los seis a los nueve años y tuvo que abandonarla para ayudar en las labores de sus padres. Está casado con María Martínez, también de Garcíez, que aporta otros datos a la entrevista.
En 2018 publicó “Garcíez, un pueblo desconocido por sus propios vecinos”. Lo escribió a mano en el chozo de su huerta. Su nieto José Luis Ortiz Cruz lo informatizó y lo editó. El libro se divide en dos partes. En la primera, elabora un recorrido por los hitos de la historia y tradiciones de Garcíez mediante diversas fuentes documentales. En la segunda, recoge sus memorias, cuentos y poemas de autoría propia:
Yo, Ildefonso Cruz Sanjuan, pretendo con este libro que se convierta en un martillo con el que golpear en la puerta de la conciencia de los hombres y mujeres del pueblo de Garcíez, y que sigan engrandeciendo nuestra historia como símbolo de la nobleza del pueblo y sus gentes a lo largo de toda la vida y existencia (prólogo).