María Antonia ha vivido siempre en Bélmez de la Moraleda salvo una temporada que vivió en la cortijada del pueblo, tras casarse con su marido. Se ha dedicado a la crianza de sus cinco hijos. Su marido trabajaba en el campo y no le permitía trabajar porque decía que las labores agrícolas no eran aptas para mujeres. 

Su padre era guarda rural del campo y murió con 39 años, momento en el que su madre se hizo cargo de su crianza y la de sus cinco hermanos. Cuando María Antonia se casó, su madre emigró a Madrid para buscar trabajo y ella permaneció en Bélmez.

María Antonia no pudo ir a la escuela porque tenía que cuidar de sus hermanos. En la actualidad asiste a la escuela de adultos. Suele ir a misa y hacer ganchillo.