María siempre ha vivido en Garcíez, aunque trabajaba en el campo que su padre tenía en Albanchez de Mágina y allí pasaba largas temporadas con su familia. Cuando llegaba mayo recolectaban los cultivos de su huerta (peras, manzanas). Recuerda que solía bañarse en el río que había cerca de huerta con sus tres hermanos y su hermana. Está casada con Ildefonso Cruz, también de Garcíez, que aporta otros datos a la entrevista.
La maestra de Garcíez le pegaba porque no comprendía la lección, por lo que su padre la sacó de la escuela cuando aprendió a firmar. Más tarde, cuando llegó una nueva maestra, doña Ana, solían pasear juntas. Esta tenía mucho empeño en que María aprendiera, porque la consideraba muy inteligente. Le daba clase en su casa y le decía: “María, aunque sea, aprende las cuatro cifras”.